Llevo semanas escribiendo un artículo sobre Kafka.
Le digo a mi familia que escribo un artículo sobre Kafka
Le digo a mis amistades que escribo un artículo sobre Kafka.
En la oficina digo a los clientes y al resto de empleados que escribo un artículo sobre Kafka.
Publico en el blog que escribo un artículo sobre Kafka.
Es un artículo muy particular, me digo.
Leo en una enciclopedia de grandes compositores que Félix Mendelssohn pintó hermosas acuarelas en su juventud.
Muchos (algunos) me preguntan cuándo terminaré mi artículo sobre Kafka.
En una reunión de antiguos alumnos comunico que preparo -desde hace un tiempo- un artículo sobre Kafka.
Dedico las mañanas a borrar mi artículo sobre Kafka.
A mediodía tomo café y leo ensayos sobre Kafka.
Por las tardes escribo mi artículo sobre Kafka.
Por las noches no hago nada, sólo pienso que al día siguiente borraré mi artículo sobre Kafka.
Veo unas fotos de Bolonia. Quiero viajar a Bolonia, me digo.
Mientras escribo mi artículo sobre Kafka pienso en Bolonia.
En un libro de Alberto Manguel descubro unos cuadros de Lavinia Fontana, artista boloñesa nacida en 1552.
Quiero escuchar la sinfonía italiana de Mendelssohn en Bolonia, me ilusiono.
Hace días que no avanzo en mi artículo sobre Kafka.
Leo en el libro de Manguel una cita de Les Champs Magnétiques de André Breton y Philippe Soupault.
El otro día volví a escuchar Les Chants Magnétiques de Jean Michel Jarre. En el interior del disco la palabra “Champs” está tachada y la palabra “Chants” aparece escrita a mano encima de la palabra “Champs”.
En un sueño veo mi artículo sobre Kafka, tachado palabra por palabra.
La música de mi sueño es la primera parte de Les Chants Magnétiques.
Cuando me preguntan sobre qué trata mi artículo sobre Kafka yo contesto que trata sobre las notas testamentarias de Kafka -aunque realmente no sé de qué trata.
A veces -muy pocas veces, nunca- también me preguntan por la finalidad de mi artículo sobre Kafka pero yo no sé -finjo no saber- qué decir al respecto.
Ya nadie cree que esté escribiendo –siquiera pensando- un artículo sobre el insigne Franz Kafka. Yo les contradigo -aunque eso suponga contradecirme a mí mismo.
A ratos pierdo la ilusión por mi artículo sobre Franz Kafka.
Mi artículo sobre Franz Kafka –que tiene vida propia- también pierde a veces la ilusión por mí -ahora sólo pretende destruirme.
Nunca terminaré mi artículo sobre Franz Kafka, me animo.
Mi artículo sobre Franz Kafka -la razón de mi existencia- ha perdido la esperanza de ser terminado.
Mañana continuaré mi artículo sobre Franz Kafka.
Todo el mundo debería escribir un artículo sobre Franz Kafka, me digo.
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