martes, 5 de marzo de 2013

Prokofiev. Concierto para Piano nº1.

Hoy se cumplen 60 años de la muerte de Prokofiev (1891-1953). Martín Llade -con quien he mantenido alguna interesante disputa foreril, bajo mi nick Alban Berg- dio buena cuenta de esta efeméride en su programa matutino de radioclásica "Todas las mañanas del mundo". Fue una buena forma de comenzar el día. Llade recordó que ese mismo día murió Stalin, que las flores se agotaron en Moscú y que el pianista Sviatoslav Richter, amigo de Prokofiev, sólo pudo depositar sobre su tumba una rama de pino. La muerte de Stalin eclipsó a la de Prokofiev, que tuvo poca repercusión mediática en el mundo entero. Afortunadamente hoy a quien recordamos con añoranza es a este magnífico músico ruso del siglo XX. Martín Llade emitió el primero de sus cinco conciertos para piano, compuesto a los veinte años.
Este concierto es una obra arrolladora, de poco más de quince minutos de duración, en un solo movimiento, con un tema inicial enormemente inspirado -que se repetirá al final de la pieza-, y de un virtuosismo instrumental increíble. Robert Morgan escribe en su "Historia de la música del siglo XX" acerca de este concierto: "Prokofiev describió su Primer Concierto para piano (1912) como su primera composición más o menos madura, en cuanto a su concepción y realización". Una proeza digna de elogio para un joven de veinte años el Concierto no s solamente completo técnicamente, sino que además habla con una voz inconfundiblemente personal. La ampulosidad romántica y el sentimiento son evitados en favor de los rasgos que iban a ser característicos del compositor. La economía formal y de textura, el ritmo incisivo y una inclinación o cualidad altamente afilada (especialmente evidente en la frecuente percusión que aparece en la parte del piano)."
Quizás sea un poco exagerado llamar la atención sobre la precocidad de Prokofiev, recordemos que Mozart escribió sus magníficos cinco conciertos para violín a la edad de diecinueve años, y que recientemente se pudo escuchar en El mundo de la fonografía, también de radioclásica, el extraordinario primer concierto para piano de Mendelssohn, compuesto a la edad de trece años.
Prosigue Morgan. "El contenido musical se reduce a un solo movimiento en el que las secciones temáticas alternan con brillantes episodios compuestos en forma de tocata, que se asemejan a figuraciones pianísticas circenses. La clara individualidad de la partitura (que a menudo tienen un carácter mordaz y sarcástico, agilidad de texturas y energía rítmica) colocó a Prokofiev como una destacada personalidad en el campo de la composición. Visto desde una perspectiva más amplia, también anticipó muchas de las características estilísticas que iban a tipificar el movimiento neoclásico de posguerra."
La música de Prokofiev tiene para mí un acusado componente afectivo ya que mis primeros recuerdos musicales nacen en el sótano de casa donde, mientras mi padre estaba enfrascado en sus proyecciones arquitectónicas y yo hacía los deberes en una enorme mesa de delineación, escuchábamos sus discos con obras como Pedro y el Lobo -en la voz de Fernando Rey- y la -eterna- Sinfonía clásica.
Aquí podemos escuchar la versión de la argentina Martha Argerich.

1 comentario:

  1. Hola ! He llegado hasta esta nota de tu blog tratando de encontrar en la red el registro de "Pedro y el Lobo" narrado por Fernando Rey. Sabes, yo también tengo un recuerdo muy particular, por lo afectivo, de esa grabación. Por algunas cosas que refieres en tu nota, he llegado a pensar que podrías ser la persona que me la grabo... hace más de 20 años, qué loco...
    Verás, yo la tenía en una copia casset que me había hecho un compañero del estudio de arquitectura donde colaboraba, ... Juan. Su padre era arquitecto, y contaba como tú, el haberla escuchado y amado desde chico. ... Será???
    Después, la casset la presté..., no volvió.... Y la he buscado, ya en la era internet, ... pero no aparece por la red! Encontré en youtube la versión de la Orquesta de rtve, la narra Rafael Taibo, el locutor de radio Clásica... Está buena, intensa y viva también... Pero yo no puedo olvidar la voz y el aliento de Fernando Rey, acariciando todo... el pájaro, el pato, el gato... el abuelo... Son en su voz un mundo de infancia perdido, al que sería maravilloso regresar. Te agradecería infinito, si la quisieras compartir :)

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